miércoles, 5 de octubre de 2016

El urbanismo neoliberal



El ascenso a escala global del neoliberalismo durante los primeros años de la década de los ochenta
estuvo muy relacionado con un escalamiento de las relaciones capital-trabajo, la competencia intercapitalista, la regulación monetaria y financiera, el poder del Estado, la configuración internacional y el desarrollo desigual.

Por una parte, las ciudades se encuentran insertas en un entorno geoeconómico extremadamente incierto, caracterizado por un desorden global cada vez más profundo, y la mayoría de gobiernos locales se han visto forzados a ajustase a crecientes niveles de incertidumbre económica participando en formas de competencia interespacial, marketing territorial y desregulación, con el fin de atraer inversiones y empleos.

Por otra parte, los programas neoliberales también han sido interiorizados directamente en las políticas urbanas, a medida que ciertas alianzas territoriales intentaban robustecer las economías a través de un proceso de desregulación, privatización liberalización y mayor austeridad fiscal. En este contexto, las ciudades se han convertido en blancos geográficos cada vez más importantes, y también en laboratorios institucionales para diversos experimentos de políticas neoliberales, como el marketing territorial, la creación de nuevas zonas empresariales, la reducción de impuestos locales, el impulso a las iniciativas público-privadas o nuevas formas de promoción local.

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Durante las tres últimas décadas, las ciudades se han convertido en espacios cada vez más centrales para la reproducción, transmutación y continua reconstitución del neoliberalismo. Así, podría argumentarse que a lo largo de este período se ha producido una marcada urbanización neoliberal, a medida que las ciudades se tornaban metas estratégicas y terrenos de prueba para una cada vez más amplia gama de experimentos politicos neoliberales, innovaciones institucionales y proyectos políticos.  En estas condiciones, las ciudades se han convertido en incubadoras para la reproducción del neoliberalismo como régimen institucional vivo.

Rumbo de la sociedad moderna

Según lo que plantea Zygmund Bauman, especialista de la sociología, nuestra sociedad actual es aquella donde las condiciones de actuación de sus miembros cambian antes de que las formas puedan consolidarse en unos hábitos y en una rutina determinada. Esto, evidentemente, tiene sus consecuencias sobre los individuos porque los logros individuales no pueden solidificarse en algo duradero, los activos se convierten en pasivos, las capacidades en discapacidades en un abrir y cerrar de ojos. A esto el lo denomina modernidad liquida, es una figura del cambio y de la transitoriedad: “los sólidos conservan su forma y persisten en el tiempo: duran, mientras que los líquidos son 
informes y se transforman constantemente: fluyen. Como la desregulación, la flexibilización o la liberalización de los mercados”. La modernidad líquida es un tiempo sin certezas. Sus sujetos, que lucharon durante la Ilustración por poder obtener libertades civiles y deshacerse de la tradición, se encuentran ahora con la obligación de ser libres. Hemos pasado a tener que diseñar nuestra vida como proyecto y performance. Mas allá de ello, del proyecto, todo sólo es un espejismo. La cultura laboral de la flexibilidad arruina la previsión de futuro, deshace el sentido de la carrera profesional y de la experiencia acumulada. Por su parte, la familia nuclear se ha transformado en una “relación pura” donde cada “socio” puede abandonar al otro a la primera dificultad.

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Estos cambios como plantea Bauman, parecen ser inalterables que van a pasar aunque uno no quiera, pero esto no quiere decir que debemos aceptar estos cambios con los brazos abiertos o esperar a que pasen, se necesita primero coraje para ver mas allá de esa imagen y encontrar el verdadero camino que debe coger nuestra sociedad a pesar de todas las incertidumbres que existen y tengamos.

Las transformaciones de las ciudades Latino-Americanas





En America Latina, todos los paises están viviendo profundas transformaciones resultantes de los avances de los procesos de reestructuración socio-económica y de la adopción de las nuevas tecnologías de información y de comunicación. La mayor parte de los estudios sobre los efectos urbanos de estos procesos tienden a coincidir en que uno de los cambios más significativos ha sido la recuperación de la importancia en las grandes ciudades y de su crecimiento.

El conjunto de estudios en diferentes casos, tales como, Brazil y Argentina, muestra cómo diversas transformaciones ocasionadas por la globalización han redundado en cambios significativos en las ciudades respectivas, Considerando las razones de estos cambios (sin dejar de reconocer que muchos de ellos ya habían comenzado), ahora se puede observar cómo se avanza hacia la estructuración de un nuevo tipo de ciudad.

En todo caso, todos estos fenómenos corresponden, en su dinámica esencial, a procesos de reproducción urbana, donde muchos rasgos y tendencias se redefinen, se transforman y se afirman bajo la lógica específica de la urbanización capitalista.

¿Es la democracia el mejor sistema poltico?



Para la mayoría de las personas la democracia es uno de los mayores avances en materia de política a la que ha llegado la sociedad, y esto se podría decir que es cierto tomando en cuenta los innumerables aspectos positivos que este sistema nos trae, la decisión sobre el gobierno y los mandatarios que nos rigen esta en nuestras manos, pero ¿realmente lo está?

Tomar la decisión de quién y cómo se gobernará un país no es tarea fácil. La responsabilidad que pesa sobre los hombros de los ciudadanos de los países democráticos es inmensa, puesto que una decisión de tal magnitud requiere de un concienzudo análisis  de la situación actual y a futuro de las esferas políticas, económicas y sociales, para esto es indispensable estar al tanto de los acontecimientos que ocurran en estos ámbitos y tales informaciones no llegan de manera directa al ciudadano, es transmitida por medios de comunicación que, en un caso ideal, transmiten hechos objetivos, sin ambigüedades ni divagaciones, sin embargo es evidete que nuestro caso no es un caso ideal, de forma que existe la posibilidad de recibir información manipulada acorde a intereses individuales.

Pero un buen voto no sólo depende de lo informado que ese el ciudadano, sino también de su capacidad y voluntad de análisis, que no siempre está en la mejor de las disposiciones.

Y, sumándose a esto esta la posibilidad de manipulación directa y soborno por parte de los prospectos a mandatarios hacia los ciudadanos frágiles. Un ejemplo claro y tangibles de este último punto es el clientelismo en nuestro país. Políticos poco éticos compran votos con ayudas económicas, empleos y otros favores. Estos, indudablemente, no son votos útiles para la construcción de una sociedad verdaderamente justa, ¿pero podemos culpar a un padre de familia por dar su voto a cambio del bienestar de sus hijos?

Muchos factores juegan aquí. No con eso estoy diciendo que la democracia es un mal sistema, de hecho, es el mejor que tenemos hasta ahora, pero no es perfecto y es nuestro deber abogar por mejorar cada día la forma en que está estructurada nuestra sociedad.

lunes, 26 de septiembre de 2016



                      ¿Deberíamos preocuparnos por los avances tecnológicos?





CPG Grey, un genial youtuber americano, habla sobre el posible futuro de la humanidad al conseguir un alto desarrollo tecnológico. Tiene una visión un tanto pesimista sobre lo que vendrá, señalando el hecho de que debido a que las máquinas harán las cosas con mucha más eficiencia que los humanos, las personas se quedarán sin trabajo. Naturalmente, este tipo de ideas inducen al pánico, al menos a largo plazo. Sin embargo, ¿realmente es tan malo como parece? Es decir, un futuro en donde los robots hagan básicamente todas aquellas actividades que el humano debe por obligación hacer nos liberará de una carga inmensa y le permitirá al individuo hacer lo que quiera hacer y no lo que tenga que hacer.
Desde mi realidad a nivel universitario no es raro encontrar chicos con grandiosos talentos artístico, científicos o sociales estudiando carreras que nada tienen que ver con sus gustos y aptitudes, y ¿Cómo culparlos? ellos deben asegurar un empleo que les proporcione el sustento para sobrevivir, y en nuestro país, al igual que en la mayoría de los países, no todas las carreras garantizan estos.
Es cierto que suena un poco utópico, pero en una sociedad en donde las máquinas cubran nuestras necesidades podríamos dedicarnos a lo que nos apasiona, y como las genialidades nacen del amor a lo que se hace y del deseo de conocer, indudablemente lograremos cosas grandiosas.



martes, 20 de septiembre de 2016

La Oveja Negra

Érase un país donde todos eran ladrones. Por la noche cada uno de los habitantes salía con una ganzúa y una linterna para ir a saquear la casa de un vecino. Al regresar al alba, cargado, encontraba su casa desvalijada.
Y todos vivían en concordia y sin daño, porque uno robaba al otro y éste a otro y así sucesivamente, hasta llegar al último que robaba al primero.
En aquel país el comercio solo se practicaba en forma de embrollo, tanto por parte del que vendía como del que compraba. El Gobierno era una asociación creada para delinquir en perjuicio de los súbditos y, por su lado, los súbditos sólo pensaban en defraudar al gobierno.
La vida transcurría sin tropiezo, y no había ricos ni pobres. Pero he aquí que no se sabe cómo, apareció en el país un hombre honrado. Por la noche, en vez de salir con la bolsa y la linterna se quedaba en casa y leía novelas.
Llegaban los ladrones, veían la luz encendida y no subían.
Esto duró un tiempo, después hubo que darle a entender que si el quería vivir sin hacer nada, no era una buena razón para no dejar hacer a los demás. Cada noche que pasaba en casa era una familia que no comía al día siguiente.
Frente a estas razones el hombre honrado no podía oponerse. También él empezó a salir por las noches para regresar al alba, pero no iba a robar. Era honrado, no había nada que hacer. Iba hasta el puente y se quedaba allí, miraba pasar el agua. Volvía a casa y la encontraba saqueada.
En menos de una semana el hombre honrado se encontró sin un centavo, sin tener que comer, con la casa vacía. Pero hasta aquí no había nada que decir, porque era culpa suya; lo malo era que de ese modo suyo de proceder nacía un gran desorden. Porque él se dejaba robar todo y entretanto no robaba a nadie.
De modo que siempre había alguien que al regresar al alba encontraba su casa intacta: la casa que él hubiera debido desvalijar. El hecho es que al cabo de un tiempo los que no eran robados llegaron a ser más ricos que los otros y no quisieron seguir robando.
Y por otro lado, los que iban a robar la casa del hombre honrado la encontraban siempre vacía. De modo que se volvían pobres.
Los que se habían vuelto ricos se acostumbraron a ir también al puente por la noche, a ver correr el agua. Esto aumentó la confusión, porque hubo muchos otros que se hicieron ricos y muchos otros que se hicieron pobres. Pero los ricos vieron que yendo  de nuche al puente, al cabo de un tiempo, se volvían pobres y pensaron: "paguemos a los pobres para que vayan a robar por nuestra cuenta".
Se firmaron contratos, se establecieron los salarios, los porcentajes. Naturalmente, siempre eran ladrones y trataban de engañarse unos a otros. Pero como suele suceder, los ricos se hacían cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres.
Había ricos tan ricos que ya no tenían necesidad de robar o de hacer robar para seguir siendo ricos. Pero si dejaban de robar se volvían pobres, porque los pobres les robaban.
Entonces pagaron a los más pobres de los pobres para defender de los otros pobres sus propias casas, y así fue como instituyeron la policía y construyeron las cárceles.
De esta manera, pocos años después del advenimiento del hombre honrado, ya no se hablaba de robar o de ser robados, sino sólo de ricos o de pobres; y, sin embargo, todos seguían siendo ladrones.
Honrado sólo había sido aquel fulano, y no tardó en morirse de hambre.

-Italo Calvino

Una sociedad sin respeto

El respeto presupone una mirada distanciada. Nos guardamos el mirar curiosamente durante un contacto respetuoso con los demas. Este es una de las partes mas vitales de nuestra sociedad y nostros como individuos.

 Una sociedad sin respeto, sin pathos de la distancia, conduce a una sociedad del escándalo. El respeto constituye la pieza
fundamental para lo público. Donde fuese a
desaparecer el respeto, decaeria lo publico.

Hoy en dia reina una total falta de respeto, en la que la intimidad es expuesta públicamente. Si seguimos en nuestro camino actual, nuestra sociedad sin respeto entrara a una crisis irreversible. Debemos hacer lo posible por restaurar esa distancia.